No a la Ley Sinde

sábado, 16 de julio de 2011

Un libro, otro libro

En el cuento El libro de Arena, Borges escribe sobre un libro que es todos los libros. Supongo que en el caso de Psicología del hombre canario se puede hablar de un libro que, de forma no pretendida, es otro libro.

Manuel Alemán fue un escritor grancanario licenciado en Filosofía y Psicología, doctor en Teología y profesor universitario que entre muchas obras dejó una en concreto titulada Psicología del hombre canario (Ed. Instituto Psicosocial Manuel Alemán, 2006).

En ella, el autor defiende la tesis de que los canarios poseen una identidad que está por descubrir y culpa a Castilla y a su afán de expansión colonialista y europeísta de dicho desconocimiento. La obra trata de psicoanalizar a los canarios a la luz de hechos históricos siempre desde la perspectiva dialéctica del dominador-dominado, en esto recuerda a Foucault.

Ya desde el comienzo, Alemán nos advierte que el sentimiento canario carece de racionalidad, se trata, según él, de un factor puramente emocional sin el cual la identidad canaria, lo que denomina la "canariedad", se encontraría imposibilitada para un correcto desvelamiento ulterior: "sin sentimiento de canariedad no existe identidad canaria" (p.44).

Lo primero que llama la atención de su lectura es la carencia absoluta de bibliografía, es como si el escritor escribiera sobre todos los canarios tan sólo imaginándose la totalidad de identidades que conforman el Archipiélago. Por ejemplo, sin basar sus "razonamientos" en hechos contrastados afirma que el canario ha sufrido la suplantación de un "yo" propio por medio de la colonización ¿Cómo sabe esto el autor? ¿Cómo se mide el "yo"?

En otro pasaje habla del guanche del que leemos lo siguiente: "era un hombre en sentido pleno y los gestos, los símbolos, las palabras, todo lo que habitaba el mundo del canario tenía un "sentido", un "significado" humano, real, profundo" (p.121) ¿Cómo puede alguien no ser real? Precisamente dado que los indígenas eran reales los colonizadores hicieron lo que hicieron en el Siglo XV.

En otro lugar, el profesor trata la importancia del paisaje en la modelación de la identidad canaria. Según él, el mar nos proporciona un lugar cósmico: "El mar sitió a las islas enmarcándoles su entorno y es, a la vez, frontera de separación y brazo de cercanía del Archipiélago en su referencia espacial con el Universo cósmico" (p.51).

No dudo de las bondades de Manuel Alemán, el libro está escrito con el tono de quien se sabe fuerte y pretende proteger al débil. Sin embargo, no creo en el mensaje de su obra porque no hay ni una sola prueba que demuestre su tesis. Si lo que ocurrió hace quinientos años aún perdura en el imaginario colectivo, los castellanos son víctimas de fenicios, griegos, cartagineses o romanos; y así, circularmente, todos somos víctimas de todos y responsables de nada.

El ensayo fue publicado entre 1980 y 1985. Quien quiera leer psicología que no busque entre sus páginas porque sólo hallará metafísica. Promueve en ellas el autor una terapia colectiva, algo tan difícil de lograr como imposible de imaginar.